Henry B. Eyring Primer Consejero de la Primera Presidencia |
Nuestro Padre Celestial nos manda que seamos agradecidos en todas las cosas (véase 1 Tesalonicenses 5:18), y espera que demos las gracias por las bendiciones que recibimos (véase D. y C. 46:32). Sabemos que la finalidad de todos Sus mandamientos es que seamos felices, y también sabemos que el quebrantar los mandamientos conduce al sufrimiento.
Por lo tanto, para ser felices y evitar el sufrimiento, debemos tener un corazón agradecido. En la vida hemos visto la conexión que existe entre la gratitud y la felicidad.
Por lo tanto, para ser felices y evitar el sufrimiento, debemos tener un corazón agradecido. En la vida hemos visto la conexión que existe entre la gratitud y la felicidad.