Bruce R. McConkie del Quórum de los Doce Apóstoles |
Cuando morábamos en la presencia de Dios, nuestro Padre Celestial, se nos confirió el albedrío. Eso nos dio la oportunidad y el privilegio de escoger lo que haríamos a fin de tomar decisiones libremente, sin imposiciones...
Se espera que utilicemos los dones, los talentos y las habilidades, el sentido común, el juicio y el albedrío con los que se nos ha investido.
No obstante, se nos manda que busquemos al Señor, que deseemos tener Su Espíritu, a fin de obtener el espíritu de revelación e inspiración en nuestra vida.