Ofrecida por ; Elder M. Russell Ballard. En el Paseo de los Indios, el 07 de diciembre del 1987
Nuestro querido Padre Celestial, nosotros, unos cuantos de tus hijos e hijas, nos reunimos aquí en esta tierra de República Dominicana, bajo la dirección de tu Profeta, Spencer W. Kimball, y estamos reunidos aquí nuestro Padre Celestial, con el sagrado propósito de dedicar esta tierra para la predicación de la verdades de tu evangelio y principios salvadores de todos tus hijos e hijas que viven aquí en la República Dominicana.
Nuestro Padre Celestial, estamos tan agradecido esta mañana al inclinar nuestra cabeza ante Ti y arrodillarnos ante tu presencia, por que el evangelio asido restaurado en su plenitud. Estamos tan agradecido esta mañana por tu profeta, Jose y por tus misericordias y bondades hacia nosotros, tus hijos que por medio de su humilde oración en aquella hermosa mañana de primavera de 1820, que Tu apareciste a el acompañado de tu Amado Hijo, a quien nosotros honramos y adoramos, y abrió la restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo aquí sobre la tierra. Oh, Padre Celestial, cuan agradecidos estamos tus hijos e hijas esta mañana al saber que, a través de tus misericordias y bondades a nosotros, tus amados profetas, Juan el Bautista, Pedro, Santiago y Juan, fueron enviado aquí a imponer sus manos sobre la cabeza de Jose Smith y Oliverio Cowdrey para empezar esta gran obra en esta ultima dispensación de los tiempos. Y así reconocemos ante Ti, con toda humildad esta mañana, Padre Celestial, cuan agradecidos estamos por que Tu a bendecido a este pueblo y a todos tus hijos e hijas en el mundo, con la restauración del Evangelio de Jesucristo, cuan agradecidos estamos, nuestro Padre Celestial, por que ahora por medio de la reciente revelación podemos arrodillarnos ante Ti y dedicar esta tierra a la predicación del Evangelio en su plenitud a todos tus hijos que viven aquí.
Padre Celestial, esta mañana con toda humildad, te pedimos que derrame tu Santo Espíritu sobre este pueblo. Te pedimos que lo bendigas para que escuchen y conozcan la verdad, y la reconozcan al ser les presentada por los miembros de la Iglesia y los misioneros. Reconocemos, Padre Celestial, que ahora tenemos solamente un puñado de miembros, pero te rogamos que bendiga y des prosperidad a esta tierra, para que de este humilde comienzo miles de tus hijos puedan encontrar la verdad y para que estaca de Sion sean establecidas aquí, en esta tierra, para que esta tierra prospere mientras buscamos los justos y honestos de corazón quienes desean conocer la verdad. Rogamos una bendición especial, esta mañana, para los misioneros , para que sean hombres y mujeres de integridad y fortaleza y marchen adelante con gran poder al dedicar sus vidas a Ti, y al servirte en este sagrado y santo llamamiento como misioneros para el Señor, Jesucristo. Protegelos de la enfermedad y la maldad, Padre Celestial. Bendicelos para que sus pensamientos sean puros y su fuerzas y energías estén siempre en aumento al proceder y establecer la obra en esta tierra. Te rogamos una bendición especial sobre los hermanos, miembros de la Iglesia quienes se encuentran aquí esta mañana Bendicelo con fe en sus vida. Bendicelo con el entendimiento de la naturaleza eterna eterna del evangelio, para que la raíces del evangelio se entierren profundamente y lleguen a ser el catalizador mediante el cual tu gran Reino pueda ser establecido sobre la tierra.
En el nombre de tu hijo Jesucristo, y por el poder del sacerdocio, reprendo y detengo los poderes del mal y abro las puerta, Padre Celestial, para la enseñanza de tu evangelio a estos tus hijos. Esta mañana te pido humildemente que tu santo Espíritu pueda ser derramado sobre los gobernantes de esta nación. Oramos por los lideres políticos en todos los niveles del gobierno, para que tengan corazones compasivos, que sus corazones sean tocados por el Espiritu Santo, para que de ninguna manera seamos impedido de llevar a cabo tu obra, para que los misioneros entren y salgan pasificamente, y que las cosas necesarias para la edificación de tu Reino aquí, se hagan disponible por medio de la aprobación del gobierno. Pedimos una bendición sobre el gobierno de este país y aquello que son llamado y elegidos para gobernar. Te pido, Padre Celestial, que bendiga esta tierra para que a través de los esfuerzo de nuestra obra misional a medida que abrimos la puerta para esta obra ahora, que encontremos muchos hombres honesto de corazón, quienes lleguen a ser grandes y fuertes lideres del sacerdocio, y que ellos críen a sus hijos con un deseo de servir una misión . En esta tierra, Padre Celestial ayudanos a levantar muchos lideres del sacerdocio de la raza negra de quienes tu puede depender para llevar el evangelio a su raza en otra parte del mundo. Te pedimos Padre Celestial que otorguen cada bendición que estos tus hijos. Necesiten al marchar adelante en la edificación de tu Reino aquí en la tierra.
Ahora, Padre Celestial, reconocemos que es un gran honor y un privilegio muy grande ser contado entre la menbrecia de la Iglesia. Reconocemos esta mañana, que es un gran privilegio y honor asignado y nombrado por el Presidente Kimball, tu gran profeta , vidente y revelador y esta aquí abajo la instrucción del presidente Benson, presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, para dedicar esta tierra.
Padre Celestial, por la autoridad del santo sacerdocio que poseo como miembro del primer Quórum de los Setenta y en el nombre del señor, Jesucristo, giro la llave y abro la puerta para abrir el camino para que se establezca el Evangelio en la República Dominicana y te suplico a Ti, Oh Padre Celestial cada bendición que sera necesaria para que tu pueblo prospere aquí. Bendicenos para que tengamos capillas en lo cuales nuestra gente pueda reunirse, y que tengamos toda la felisidades de la Iglesia. Bendicenos con sabiduría, para que edifiquemos el reino firmemente, de este comienzo tan pequeño, que la Iglesia crezca como un roble poderoso aquí, con ramas que y toquen cada punto de esta tierra. Bendice a todos los que administran los asuntos de la Iglesia con tu santa inspiración, para que siempre nos encontremos haciendo tu voluntad y nunca la nuestra. Bendicenos para siempre nos encontramos ante Ti en sagrada oración, buscando dirección y guía tuya, para que sea tu voluntad, y que tus hijos quienes son puros y los que son castos, y se aman el uno al otro, quienes tienen una alta moral y las norma necesarias para edificar tu reino, sean encontrada a través de los esfuerzo de los miembros y los misioneros al seguir adelante ahora para fundar tu reino aquí en esta tierra.
Y entonces, Padre celestial, dedicamos esta tierra a Ti, y la abrimos para la obra misional e igualmente Santo Padre, dedicamos a ti nuestra vida, para que seamos hallados dignos y para que siempre nos encontremos asiendo tu voluntad y mandato en el establecimiento del Reino de Dios aquí en esta tierra de la República Dominicana. Y ahora Padre Celestial, acepta esta oración dedicatoria, acepta nuestro amor por Ti, porque cuanto te amamos, Padre Celestial, cuanto te honramos, como tus hijos, y cuanto deseamos en nuestro corazones, mas que todos, es encontralno seguro en tu pecho; y amamos a Tu Hijo Amado, Jesucristo y lo honramos y reconocemos que el es la cabeza de la Iglesia y queremos que siempre nos encontremos viviendo de acuerdo con sus expectativas y su gran ejemplo. Te dedicamos esta tierra y la ponemos en tus manos y te pedimos que nos dirija ahora en la fundación de tu Iglesia y tu Reino aquí, todo lo cual hacemos en el nombre en el sagrado nombre de Jesucristo, Amen.
3 comentarios:
Hermano la el año que fue dedicada la Isla para la Predicacion del Evangelio es 1977. No 1987. Gracias espero que pueda cambier la fecha en la Dedicacion de Republica Dominicana.
Gracias, de Bergson Cruz.
En realidad, el año correcto es 1978. Gracias por resaltar un hecho tan importante en la historia de la Iglesia de la República Dominicana.
Publicar un comentario