Presidente Boyd K. Pac |
Me siento muy agradecido por las bendiciones que les permiten verme y oírme a lo largo y ancho de la tierra. Pero estoy más agradecido por el don del Espíritu Santo, un milagro que no requiere transmisión satelital y que me permite verlos en mi imaginación. Ustedes son muy apreciados. Esperamos con ansias el día en que podamos pasarles las llaves del reino.
En vez de tomar apuntes, presten atención a las impresiones que reciban mientras analizamos un tema muy sagrado. Si lo único que recuerdan después de esta noche son mis palabras, habrán pasado por alto el significado de esta presentación.